jueves, 25 de julio de 2019

REPORTAJE- CORREGIDO- CARLOS SÁNCHEZ

Periodismo II
Trabajo
REPORTAJE
Nombre
Carlos Sánchez
Curso
5to “C”
Fecha
16-07-2019


>>La vida en las comunas rurales de Pichincha<<
Los invisibles de la comuna San Rafael: El lado que se desconoce.
Entre 30 y 40 habitantes de la comuna de San Rafael viven el día a día en precariedad; falta de servicios básicos, alejamiento, y una imposible movilidad y comunicación con la parroquia Checa. La organización propia y autónoma de todos los habitantes les permite, de alguna manera, seguir ocupando estos territorios. Autoridades del gobierno de Pichincha no se pronuncian ni se apersonan al respecto.

Un bus contratado por la gestión de Vinculación con la Sociedad de la Facultad de Comunicación Social salió rumbo a la parroquia de Checa en la mañana del 29 de junio del 2019. Yo acompañé a mis compañeros rumbo a territorio desconocido y experiencias inciertas. Al llegar, la situación era realmente incierta y desconcertante. Llegué y, junto a mis compañeros, tuvimos que ir en grupos distintos a distintos sectores de la parroquia. En una camioneta blanca, doble cabina, bastante aguantadora. Finalmente llegamos al territorio en la comuna de San Rafael.

Lo primero que me sorprendió fue, después del espectacular paisaje, una ausencia desoladora de personas. Un comité de bienvenida liderado por muchos perritos y animalitos de ganado que cuidaban las casas nos recibió.

¿Hay trabajo en la comuna?
Como primera instancia creo que es necesario establecer una mirada al trabajo en la comuna de San Rafael.
“No estudio, solo trabajo y madrugo 4 o 5 de la mañana, para salir a trabajar a la ciudad en una fábrica de 8 a 8, porque aquí no hay nada, no hay fuentes de trabajo y tampoco sembramos. — dice William Catacaglua, un joven morador en el sector. Este testimonio es corroborado por Mauricio Lema, joven de 30 años morador en el sector, quien mencionó que tampoco ha trabajado allí, sino en una “construcción por abajo”. Parecía existir una falta latente de empleo en el sector.
William Catacaglua, (27 años) joven nativo de la comuna San Rafael.  Autor foto/ Ma. José Vargas
 
Lo que más me sorprendió en particular es que, a primera vista en el lugar, además de un paisaje inhóspito, se mostraban varios sembríos y terrenos ganaderos alejados entre sí. Milton Chicaiza, un joven morador de 24 años y dueño de, como lo llamó el mismo, “un pequeño negocio en el campo, de lo que es agricultura”, mencionó que en su terreno produce frutilla, tomate de árbol, frejol, alverja, entre otros. Además, supo manifestar, en sus propias palabras, que entre los productos principales que se cultivan en la comuna están “las papas, el maíz, las habas y… antes sembraban lo que era trigo, pero casi ya no se está sembrando mucho.”

Milton Chicaiza, (24 años) joven habitante de la comuna San Rafael.  Autor foto/ Ma. José Vargas
 
¿Cómo era posible que existiera tal discrepancia de testimonios en los jóvenes moradores del sector? La respuesta fue proporcionada por el mismo joven Milton: Él mencionó que su familia poseía un automóvil, lo cual le facilitaba el transporte de sus productos. Esto lo confirmó Luis Inaquiza, expresidente de la comuna de San Rafael, quien me explicó que “la carrera desde la E-35 a San Rafael costaba tres dólares, tres dólares cincuenta (dependiendo el lugar)”, dejando al transporte como un factor que ha afectado a la economía y productividad de la comuna durante años.

Bajo estos testimonios tenemos que tener en claro que él transporte es un privilegio clave dentro de la comuna, un factor decisivo que permitiría el acceso a una productividad decente.

El transporte, una necesidad urgente.
Ni bien llegué, junto a mis compañeros, a la comunidad, no sabíamos por donde empezar. Expectante se nos mostró un territorio realmente inmenso al cual pudimos acceder por un camino de tierra elaborado con una suerte de lo que yo presumo serían instrumentos de ganadería. Aproximadamente de 20 a 30 minutos nos tomó llegar a San Rafael. Cuando empezamos a movernos dentro de la comuna notamos una distancia nada despreciable entre propiedades de los moradores. Pronto me di cuenta que estas observaciones tienen una relación directa con una necesidad clave para la comuna: el transporte.

El joven Mauricio Lema mencionó con convicción que el mayor problema de la comuna de San Rafael es “el transporte, la lejura”. Acotó además que el baja y sube caminando toda la pendiente hasta conseguir una camioneta que le ayude a llegar a su trabajo, teniendo que madrugar demasiado y caminar un tiempo aproximado de una hora, una hora y media.

En el camino que nos conducía a San Rafael, los moradores del sector estaban organizando una minga en la cual estaban haciendo la apertura del camino con sus propias manos e instrumentos. Al principio no estaba seguro de si la gente era moradora del sector, pero el joven Milton Chicaiza lo confirmó.
   
 —“El gobierno parroquial, las instituciones a quien corresponde, prácticamente, no llegan por este lado. Estamos bastante atrasados precisamente hemos venido gestionando con la junta parroquial para que nos ayuden con la ampliación de la vía, como ustedes ven tenemos una vía de segundo orden. Esta comunidad tiene más de 50 años de vida, pero necesitamos el apoyo de las instituciones para mejorar nuestras condiciones” — menciona Luis Inaquiza mientras paleaba y macheteaba duro en la minga.
El transporte es un factor clave dentro del desarrollo de la comunidad, pero hay muchas cosas que llamaban mi atención, además de esta necesidad primordial.

Ausencia de agua potable, recolectores de basura, salud, educación y otros servicios básicos.
Esto funciona como un juego de dominó: a causa de la falta de transporte y la lejanía de esta comuna para con la parroquia y la ciudad, se desataron consecuencias desastrosas dentro del marco de las necesidades primarias de la gente.

Después de charlar con la gente del sector, pude observar que una de las necesidades clave dentro de la comuna de San Rafael era el agua potable; tenían una vertiente de agua sin tratamiento que, según mencionó Luis Inaquiza, servía para “el riego y el consumo humano”.

—“Aquí no hay agua potable, a veces nos toca ir donde unos familiares que viven más abajo a ver un poco de agua para poder cocinar, porque con el agua contaminada que baja nos vamos a contaminar. La cisterna de donde baja el agua está bien arriba y hay gente que es mala y bota desperdicios, incluso se bañan ahí, no les interesa las personas que en serio necesitan el agua, como mi familia y yo. En las reuniones siempre se comenta esto, pero no se hace nada. Al final del día, es el agua que tenemos.”  — mencionó María Cagua, una señora moradora de la comuna de San Rafael que tiene 56 años.
María Cagua, (56 años) habitante de la comuna San Rafael.  Autor foto/ Ma. José Vargas
 

Así mismo la misma señora María agregó que la lejanía del sector también mantenía en una situación precaria el tratamiento de la basura en la comuna; nunca pasa ni ha pasado un recolector de basura por ahí, y la gente del sector tiene que ver sus propios medios para deshacerse de esta. No hubo una ausencia total de servicios básicos, pues luz eléctrica si había, pude observar medidores en el sector.   En lo personal, me parece injusto el tratamiento de las autoridades a la comuna en esta parte en específico, pues la señora María menciona que cuando reciben la factura por los gastos de luz eléctrica, les aumentan también el impuesto de recolección de basura y de bomberos siendo que ellos no disponen de tales servicios cuando los necesitan. Me parece una situación denigrante y deshonesta.

Así mismo, los testimonios de los jóvenes William Catacaglua, Milton Chicaiza y Mauricio Lema, coincidían en un punto importante dentro de la falta de uno de los servicios básicos primordiales: la educación. Los tres supieron manifestar que a los jóvenes de la comuna les tocaba trabajar, debido a que era muy difícil acceder a una educación digna. Los niños en la comuna de San Rafael, aunque escasos, han tenido que hacer maromas imposibles con el fin de transportarse a la escuela, a sus padres les cuesta pagar el transporte de los niños, y esto no mejora con la situación económica que atraviesa el sector.

Luis Inaquiza menciona que la gente, en el transcurso de los últimos años, se ha visto obligada a migrar, a irse a la ciudad en busca de oportunidades… mas los jóvenes: la comuna de San Rafael es un territorio de gente adulta mayor que se queda y necesita atención urgente.

     —“Aquí los jóvenes no tenemos oportunidades, lo único que nos queda y por quienes siempre regresamos son nuestros abuelos, cada vez que vengo, muevo los zapatos para rendirles tributo” — menciona Milton.
     ¿Qué otros motivos te hacen regresar a San rafael?
     —“No podemos olvidarnos de las cosas antiguas. No podemos olvidarnos de la tradición, de lo antiguo”.

El pasado sábado 29 de junio, tuve programado asistir mi proyecto de vinculación en la parroquia de Checha, comuna de San Rafael. No obstante, desconocía el hecho de que pudiera marcarme tanto la situación y el llamado desesperado de todos los habitantes, quienes, alejados y desahuciados, pedían a gritos poder ser reconocidos y llevar una vida digna como comuna. “Espero que no se olviden de nosotros”

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