jueves, 25 de julio de 2019

Dario Yanez - Reportaje


ANTETÍTULO
Las nuevas canchas sintéticas del Sur de Quito no mantienen contentos a todos los moradores.
TÍTULO
Canchas sintéticas en Quito, las dos caras de una moneda
SUMARIO
El tener que pagar un valor alto para jóvenes usuarios de las nuevas canchas sintéticas, muestra descontento.
ENTRADA/
INTRODUCCIÓN
Son las 8 de la mañana del sábado 14 de junio y dos equipos informales se reúnen para practicar fútbol en la cancha del Mercado Mayorista, (FUENTE) lo primero con lo que se encuentran es con un enorme letrero, el cual indica las nuevas reglas para el uso del recinto, dos de estas dicen, que la atención empieza a partir de las 9 de la mañana y el costo por hora es de 20 dólares.
Ningún equipo quiere quedarse, uno ha tomado la decisión de trasladarse a una cancha sintética más pequeña, ubicada en Solanda, mientras el otro equipo caminará hacia las canchas de tierra del Calzado.
(Entrada descriptiva)
A partir del año 2012 la cancha de la Concha Acústica de la Villaflora, (FUENTE 1) ubicada al sur de Quito, empezó a funcionar como un estadio sintético, lo cual limitó su acceso a la comunidad, ya que hoy en día es de uso exclusivo para campeonatos los cuales se realizan los fines de semana y cuyo costo de inscripción es inaccesible para los jóvenes de la zona y los estudiantes del Colegio Amazonas, quienes eran sus antiguos y más frecuentes usuarios.

Dany Rivadeneira, (FUENTE 2) estudiante del Colegio Amazonas dice: “de poder usar la cancha se puede usar, pero eso si hay que pagar treinta dólares, para poder jugar solamente una hora”. Anteriormente el uso de la cancha era ilimitado y sin ningún costo, lo cual permitía a los moradores de la Villaflora usar libremente la cancha de fútbol.

Danny, junto con sus compañeros de colegio, cuenta que actualmente deben recurrir a una cancha en muy mal estado y que generalmente está muy llena. “Hay que hacer cola para poder jugar, pierdas o ganes sales porque ya hay más equipos esperando su turno. ¡Todo un trámite!”, dice un compañero. (FUENTE 3) Lo importante para los moradores del sector no es el material del que está hecha la cancha sino la posibilidad de poder usarla. 

La misma realidad se repite en la cancha “La Argentina” ubicada en la Nueva Aurora en donde la situación es más crítica ya que actualmente, ni siquiera se puede realizar una reserva de la cancha. Oscar Molina, (FUENTE 4) morador del sector cuenta que esto se debe a que ahora la cancha es de uso exclusivo para el campeonato de la liga barrial Nueva Aurora, para el cual es necesario una inscripción de cincuenta dólares, una garantía de treintaicinco dólares, además de la conformación de una directiva, esto sin contar los costos de uniformes y vocalías.

Oscar dice: “hacen canchas bonitas, que no se pueden utilizar y que tienen hasta guardias, para eso dejen no más las canchitas de tierra, que, aunque se hagan de lodo y tengan baches, se puede jugar; que es lo más importante”. Actualmente los perímetros de los recintos deportivos están cubiertos de mallas y poseen un guardia de seguridad a cargo del cuidado de la cancha, además de no permitir el acceso a nadie sin el equipamiento correspondiente, o sin el número mínimo de jugadores necesarios, dependiendo de la capacidad de los locales.

Si bien varias comunidades se beneficiaron con la adecuación de las canchas, muchas también perdieron sus espacios de dispersión. La modernización de las canchas ha traído consigo la limitación a su acceso, esto debido al cuidado y mantenimiento que el césped sintético debe tener, además de la fuerte inversión que representa su adecuación. “No importa si la cancha es de tierra o de plástico; lo que importa es poder jugar en ella”, dice Danny Rivadeneira, quien al igual que Oscar, coinciden en que los horarios de las canchas deben ser más flexibles y los precios populares.

Actualmente el distrito metropolitano (FUENTE) cuenta con 50 canchas (FUENTE 5) sintéticas a lo largo y ancho de la ciudad, el objetivo para el alcalde Mauricio Rodas (FUENTE 6) es llegar a las 100 canchas (FUENTE 7) para el término del año 2019. (Remate rotundo)
CONCLUSIONES
Ciertamente la construcción de canchas sintéticas son un gran aporte a la estética de la ciudad, la problemática surge en cuanto que, la gran mayoría de los escenarios deportivos, fueron asentados sobre las antiguas canchas de tierra, arena y césped natural, las cuales eran de libre acceso para la comunidad.
Datos, recuadros y entrevistas cortas.
Entrevistada: Karen Cruz (FUENTE)
¿Qué solución cree que haya para el inconveniente del uso de las canchas sintéticas?
Pues yo creo que las canchas no deberían tener costo alguno, y para cuidar de las mismas y que todos puedan usarlas, deberían ser reservadas con algún documento legal en caso de daño se impondría algún costo de reparación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario