ANTETÍTULO
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Ambato
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TÍTULO
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Catástrofes naturales, caso: Terremoto de
Ambato 1949. ¿En dónde estuvo la ayuda?
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SUMARIO
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Ambato y Pelileo fueron los cantones más
golpeados tras el desastre natural de 1949. Este hecho llamó la atención de
todo un país e incluso la ayuda humanitaria extranjera se solidarizó con los
pueblos tungurahuenses; sin embargo, existió un favorecimiento estratificado
de clases.
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ENTRADA/
INTRODUCCIÓN
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Eran aproximadamente las dos de la tarde
del cinco de agosto de 1949 cuando la gente, al realizar sus actividades como
de costumbre, fue sorprendida por la naturaleza. Un terremoto de más de 6.8
grados con una profundidad menor a 15 km cobró la vida de 6 000 muertos y
entonces, Ambato reescribió su historia.
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CUERPO
DEL TEXTO
El sentimiento de pérdida, la nublada
vista de las casas caídas, la nostalgia por los padres, amigos y hermanos que
no volverán, junto al pavor de que se repita; son una de las infinitas
secuelas que deja un terremoto. El centro de San Juan Bautista de Ambato –Según el Instituto Geográfico
del Ecuador- toma la forma de una caldera que junto a enormes montañas
acompañan sus linderos, situación por la cual el terremoto del ’49 tiene un
profundo análisis demográfico para poder entender las relaciones sociales
después de la tragedia. Un terremoto es una desgracia, nadie lo puede negar;
sin embargo, abre un espacio disputa
de poder.
Situaciones
Políticas (Juntas de Reconstrucción)
“En
esa época eran gobiernos enemigos y es así como determinan que no le van a
dar ni un centavo de los que recursos al municipio, como debió ser” afirma Neptalí
Sancho de la Torre hijo
de Neptalí Sancho, alcalde de aquel entonces y que como asegura el historiador Carlos Miranda
en una frase del libro que biografía a Mons. Bernardino Echeverría:
“Desgraciadamente había un alcalde comunista que era Neptalí Sancho y
empezaron a hacerle la guerra a Humberto Albornoz, un hombre honorable. Le
acusaron de que robaba, y tuvo que renunciar porque ya no soportó el vendaval
de calumnias”. Frente a esta renuncia, pasó a ocupar la presidencia el obispo
Echeverría.” Con lo que se crearon las juntas de Reconstrucción.
Distribución
de la ayuda
Varios países hermanos se solidarizaron
con el cantón y sin embargo la ayuda fue únicamente distribuida entre –los criticados-
miembros de la Junta, quienes si recibieron fondos del presidente Plaza a
diferencia de la municipalidad. “La gente salía por los barrios, por la ciudad,
a ver en dónde estaba esa ayuda” recuerda …. sobreviviente del terremoto. Así como …. reconoce que
“mucha ayuda de ella, no llegó a nosotros” sobreviviente también. Sin embargo
aparece la cuestión: ¿qué sucedió con la gente de los campos? A ellos, la
ayuda nunca llegó.
Una
mirada desde el campo
Mi
abuela –Rosa Paredes-
una mujer del campo de ochenta y seis años, de baja estatura y una cabellera
larga platinada, recuerda como su cuñado -Emilio Parra- al tercer día, tomó un
caballo y bajó a la ciudad en búsqueda de ayuda por las autoridades pues la
gente de las zonas de Aguaján, Pasa, San Fernando y Quisapincha se encontraba
incomunicadas; varias laderas habían obstaculizado el paso y la gente estaba muriendo.
Rosa recuerda que el intento fue en vano y expresa que “Decían que la comida
se podría y la arrojaban al río, la ropa era devorada por las ratas así que
nos tocó cosechar lo poco que quedaba de nuestros cultivos y bajar a
venderlos en Ambato para así poder comprar algo de comida y reconstruir
nuestras casas […] la ayuda se quedó en la ciudad”.
“El
viaje de Padre Trinidad”
El libro
escrito por Eliecer Cárdenas Espinoza y publicado en septiembre de 2005 habla del
intrigante proceso de distribución de ayuda, reserva de fondos y movilización
humanitaria encabezada por la junta de reconstrucción así como de una fuerte
crítica a la Iglesia con la representación del Monseñor Echeverria y su papel
en la reconstrucción de Ambato, expone el autor que “Las denominadas ‘Juntas
de Reconstrucción’ fueron formadas por grupos de poder que hacían fluir la
ayuda por goteo”.
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CONCLUSIONES
Tras una catástrofe natural se produce
–lo que ciertos autores han denominado- shock social, momento en el que los
pobladores son sorprendidos y retados por la naturaleza a reconfigurarse.
Ambato es un claro ejemplo de trabajo y pujanza; sin embargo, gran parte de
esa reconstrucción se debe al esfuerzo de la gente más desfavorecida tras el
terremoto. Gente que tuvo que emprender, trabajar los campos, salir a buscar
una mejor suerte: tomar el deber de “como seguir viviendo”.
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Datos, recuadros y entrevistas cortas.
“El terremoto de Pelileo-Ambato tuvo una
magnitud de 6,8 grados en la escala de Richter, según el Instituto Geofísico,
y ocurrió el viernes 5 de agosto de 1949 a las 14:02 minutos” El Telégrafo,
2006
“Esos momentos de dolor, nunca podremos olvidar”
Walter Moreta, escrito y sobreviviente del terremoto.
Cuadro tomado del Instituto Geofísico
de la Universidad Politecnica Nacional
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martes, 23 de julio de 2019
REPORTAJE / ALEJANDRA PARRA
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