Paseo
por el Quito Underground
Todo
tiene una representación, la imaginación puede ayudar a representar cualquier
signo o símbolo y transformarlo en arte. El taller de imagos urbanos brindó la
posibilidad de echar a volar la imaginación.
La facultad de Comunicación Social de la
Universidad Central del Ecuador, se caracteriza por ofertar una semana de
talleres, esto para aplicar los conocimientos adquiridos en la academia o
simplemente para distraerse un poco de “de tanta teoría” como menciona Diego
Velazco, docente de la Facso. Uno de los talleres más interesantes fue el de
Imagos Urbanos – Kitu Underground, realmente no existía mucha información sobre
dicho taller, pero, solo mediante el nombre ya llamaba la atención de una buena
cantidad de alumnos.
El objetivo del taller siempre fue mantenerse fuera
de las aulas. Se buscaba toparse con todos los escenarios que demuestren lo
suburbano de la ciudad. Como se había quedado, el primer día nos reunimos en
las áreas verdes de la Facultad, esto para tomar aire y comenzar la aventura.
Diego Velazco había mencionado que “esto es para trabajar la imaginación, para
pensar de diferente manera cada objeto y dejas de lado los conceptos”, así
inició el taller, la primera parada sería Casa Uvilla, una casa ocupa como la
llamaban sus fundadores, esta casa fue abandonada pues sus propietarios habían
decidido viajar a los Estados Unidos para escapar de la crisis ecuatoriana. Al
ver esta propiedad, varios chicos de la UCE, se tomaron el lugar y lo
repararon, pensando en construir un lugar conforme sus necesidades y donde
tener la libertad de plasmar su arte. Ahora sus ocupantes de remitían a mingas
para poder arreglar el lugar, también realizan exposiciones arte, funciones de
teatro, clases de parkour, todo esto con la finalidad de poder mantener y
costear los gastos de la casa.
Cuando uno sube al último piso se puede observar
los montículos de parkour, y al mismo tiempo respirar lo que es un ambiente
lleno de arte urbano. La casa Uvilla fue una gran parada para la construcción
de imaginarios por parte de los asistentes, a partir de ese momento ya se veía
el devenir de los siguientes días, se vivió una semana llena de experiencias
ancestrales y mágicas en la cabeza de cada persona, una manera distinta de ver
la ciudad quedaba plasmada en cada mente.
En los siguientes días la aventura continuo, las
cosas tenían un nuevo sentido conforme pasaba el tiempo, el escuchar hablar a
las personas de manera tan cruda era espectacular. Recuerdo a personas como
Freddy Sarmiento, quien compartió con el grupo una parte de un poema que
escribía, la cual decía “esto es la vida, así están las autoridades, por culpa
de esos corruptos y ladrones mi prima… se hizo puta, mi prima se hizo puta”. La
realidad entraba como flecha a las mentes y quedaba en la memoria de todos los
asistentes, pues, como no tocarse el corazón con ese lenguaje tan íntimo, “mi
prima, se hizo puta”, tal vez nadie pensaba que se podía hacer un poema con ese
mensaje, entonces.
El taller finalizó en la casa Nina Shunku, otra
casa ocupa del Centro Histórico de Quito, ahí los imagos fueron distintos. Un
ambiente más artístico se hacía notar, el olor a circo y marihuana se respiraba
a la vez, eso también fue parte de la magia. De repente una miembro de la casa
dijo:
- ¿tienen
que cerrar este taller con esta agüita mágica de la casa?
- Todos
respondieron que sí.
Levantando un vaso de
plástico con un té muy caliente se brindó en nombre del arte y de la buena
vida, finalizando con una invitación al inti raimy y a zapatear en un viaje de
tres días.
Lo underground, lo suburbano ha estado presente siempre en la ciudad, el
conocer estos lugares hace que la imaginación no juegue el papel que se espera,
ahora, entre todos estos imagos se puede pensar que la revolución artística
está presente, que es fuerte y, que puede llevarnos a alimentar la mente de
cada persona miembro o no miembro de este tipo de casa o centros culturales.
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