miércoles, 24 de julio de 2019

Cronica I / Joel Ortiz

ANTETÍTULO
Talleres
TÍTULO
Kitu underground, imaginarios urbanos
SUMARIO
El taller de Kitu underground se llevó acabo en las afueras de la Facultad de Comunicación Social, principalmente en centros culturales ubicados en la ciudad de Quito.
CUERPO DEL TEXTO
     El 20 de mayo del 2019 iniciaron los talleres en la Facultad de Comunicación Social. El taller que escogí   fue el de Kitu underground, el cual se encontraba a cargo del profesor Diego Velasco, un hombre de aproximadamente 55 años, pequeño y con ojos del color del océano.
     Las clases iniciaron a las tres en punto de la tarde, había 23 estudiantes, nos sentamos, nos presentamos y recibimos una  pequeña charla. A las tres y media nos dirigimos al centro cultural “Casa Uvilla”, el cual se encuentra ubicado en Miraflores. Este centro cultural llamaba mucho la atención, sus paredes se encontraban llenas de grafitis y pinturas muy llamativas. Al entrar se pudo percibir un ligero olor a mariguana. El encargado de Casa Uvilla nos recibió muy cordialmente, tomamos asiento y escuchamos los objetivos de este centro cultural. Mientras se recibía la charla se me acerco un perro viejo, de color negro y ojos marrones, lo acaricie y tenía un pelaje muy suave. Y luego de dos horas de charla, los estudiantes pudimos retirarnos a nuestras casas.
      El segundo día de talleres tuvimos que encontrarnos con el profesor en la avenida América y  Mariana de Jesús. Ese día llovió, hacía frio y tuvimos que esperar veinte minutos hasta que deje de llover. El profesor dio su charla y nos dio libre hasta las cinco de tarde. A las cinco teníamos que estar en el restaurante vegano “Flora”, el cual se encuentra ubicado en la calle Jorge Washington y Leonidas Plaza. En el restaurante nos servimos un postre y luego de una hora de charla nos pudimos retirar.
     El 23 de mayo del presente año, 20 estudiantes junto con el profesor Diego Velasco, fuimos al hotel Chakana, el cual se encuentra ubicado en la calle Los Rios y M. Espinoza. Un hotel grande, con muchas habitaciones, pinturas, esculturas y con detalles enfocados principalmente en la cultura andina. Recorrimos 24 habitaciones, y al final del recorrido el dueño del hotel, un señor alto, gordo y de 40 años, nos brindó a  los 20 estudiantes un vaso con agua de orégano sin azúcar.
     El siguiente día encontramos con el profesor en el churo de La Alameda, al principio solo estábamos quince estudiantes pero luego llegaron cinco más. Los veinte estudiantes escuchamos una pequeña charla por parte del profesor. Y luego de media hora caminamos por el parque La Alameda, luego del recorrido fui a comer un mote en pleno parque con dos de mis amigos, Cristian Arias, un chico alto con barba y de 24 años, y Cristian Ortiz, de baja estatura, con buen físico y de 21 años. A ambos los conocí desde que entre a la universidad.
     Y el último día de talleres, el lunes 27 de marzo visitamos la plaza grande. Nos reunimos 22 estudiantes junto con el profesor encargado del taller y a las tres y media nos dirigimos a un centro cultural llamado Nina Shunku, el cual queda en la calle de la Ronda y García Moreno. Este centro cultural cuenta con una cabina de radio, un cuarto para que ensayen diversas bandas, un cuarto de ceremonias y uno en el cual se realizan reuniones todos los martes a las seis de la tarde. Recorrimos todas sus instalaciones y al final recibimos una pequeña charla en el cuarto que se realizan las reuniones todos los martes. Y luego de la charla que duró dos horas nos presentaron 3 videos sobre este centro cultural. Y para acabar el día el encargado de Nina Shunku nos brindó un vaso de agua de canela.

CONCLUSIÓN
     En este taller los veinte estudiantes pudimos conocer un poco más sobre los centros culturales, y entender de una mejor manera lo que es la cultura y el gran aporte que le hace a la sociedad mediante sus eventos y proyectos.





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