
Política y
revueltas estudiantiles – Antetítulo
“Otto,
yo no te di mi voto”. - Título
Quito,
viernes 10 de mayo del 2019
Este miércoles 8 de mayo se
realizó el evento “Acuerdo Nacional por la Educación”, en los andenes del
teatro universitario, en la Universidad Central del Ecuador. Tuvo lugar la
asistencia del vicepresidente Otto Sonnenholzner, las máximas autoridades de la
universidad, estudiantes bachilleres, docentes, entre otros. - Sumario
Lo había planeado todo el día
anterior. Esto pasó apenas este miércoles 9 de mayo de 2019, tenía promesa de
ser un buen día. Mi cuarto se hallaba gélido, la brisa mañanera era cortante y
a lo lejos se observaba un saliente sol. Era miércoles entre semana, así que toda
la gente salía a concretar sus actividades, los observaba desde mi ventana.
Casi no había dormido mucho la noche anterior, tenía muchos deberes y no había
revisado mis redes sociales; cuando las revisé vi que mi amigo y compañero Beto
me había enviado un post para salir a un plantón en la pileta Universidad
Central del Ecuador. - Entrada
Estaba prevista la asistencia
del vicepresidente Otto Sonnenholzner al evento en pro del “Acuerdo Nacional
por la Educación” en el teatro de la Universidad Central del Ecuador este 9
de mayo; obviamente se contemplaba la asistencia de las autoridades pertinentes
de la universidad.
Ya lo sabía, lo había leído en
días anteriores, pero no estaba seguro de si las organizaciones estudiantiles
iban a salir a protestar por un derecho que se nos fue arrebatado a todos los
ecuatorianos: la capacidad legitima de intervenir en la política y decisiones
de nuestro país.
Antes de la Marcha del Primero
de Mayo, -justamente el 26 de abril del 2019-, estudiantes de todas las
facultades nos reunimos a conformar un frente independiente. La reunión tuvo
cabida en la pileta la Universidad Central del Ecuador; queríamos escuchar
ideas, propuestas, soluciones de nuestros compañeros hacia la viniente crisis
económica causada por los acuerdos del gobierno ecuatoriano con el FMI: nuestra
deuda crecía e insinuaciones de sucios acuerdos en pro de la precarización
laboral no se hicieron esperar; ya saben, nada es inocente en la comunicación.
Después de terminar con mis
labores hogareñas, me retiré hacia la universidad. Estudio francés en el
instituto Académico de idiomas desde temprano. Tuve planeado salir directo a la
pileta para observar, escuchar, y apoyar. Ni bien entré a la plaza Indoamérica sentí
la algarabía y el fulgor de los estudiantes. Habían situados en la parte
exterior sospechosos camiones de la Policía Antimotines. Una cerca de guardias
de seguridad de la universidad no me dejaba cruzar la plaza, nuestra plaza. Del
otro lado, estaban instaladas carpas, estudiantes de bachillerato que fueron
convocados, distintos grupos de danza y algunas otras chucherías más para
recibir con bombos y platillos al actual vicepresidente. No me fue posible
hablar con ellos, pasar al otro lado. Nuestra única vía de comunicación era
nuestra ferviente voz enaltecida: “Amigo bachiller, también es por usted”
gritábamos.
-Hoy viene ese pendejo del
Otto, tenemos que protestar-, me decía Beto mientras se acercaba a saludarme y
a incluirme en la multitud.
-Claro camarada “Gorbachov”-, respondí
con fervor, picardía y en tono amistoso.
Luego con mucho tino alcanzó a
decirme:
-Ese presidente inconstitucional,
apoyado por la derecha; cree que puede pisar nuestra plaza, nuestro teatro. Y
este Sempertegui, vendido como siempre.
Y es que en algo tenía razón. Para
ser un “Acuerdo Nacional por la Educación” que no permitiese la intervención,
la socialización de nosotros los estudiantes, suena a una broma de demasiado
mal gusto.
La vestimenta de mi amigo Beto
era curiosa: pantalones militares, su habitual chompa negra y, algo que captaba
bastante la atención es que traía en su cara un pañuelo rosado de apoyo al
movimiento “Vivas nos queremos”.
Después de observar a la
multitud que me rodeaba, me encontré con Montse, una muy querida amiga y
compañera de marchas. Sostenía un cartel bastante llamativo; no precisamente
por las consignas, sino por que previamente se le había caído a la pileta. La
tinta de los marcadores me permitía observar un revoltijo de colores mezclados,
cual pintura de Van Gogh.
Todos esperábamos se nos
dejase pasar, no queríamos que el señor Sonnenholzner acuda al evento: no tanto
por el acto del acuerdo en sí, sino por que sé que, aunque el Presidente Lenin
Moreno mencionó en la candidatura de los aspirantes a vicepresidentes, que
dichos candidatos (también el señor Sonnenholzner), no eran afines a ningún
partido político, cuando se decidió su candidatura por la asamblea con 94 votos
el martes 11 de diciembre del 2018, muchas ternas de partidos como el PSC, Suma
y Creo, manifestaron su apoyo al nuevo vicepresidente designado. Me huele a que
el acto de elección fue ilegitimo para el pueblo.
Hablé y escuché hablar a otros
estudiantes acerca de la ola de despidos en los feriados nacionales decretados
por el gobierno: cerca de 3000 servidores públicos del sector salud fueron
despedidos solo en el feriado de carnaval, el gobierno se excusa en que los
despidos son una medida para “reducir los desequilibrios fiscales”. Los fondos
para la educación también estaban siendo afectados por turbias medidas de este
gobierno. Y, para terminar, escuché y lo corroboré en la prensa y en la radio, medidas
acerca del retiro del asilo al señor Julian Assange. Es curioso que precisamente
estas reformas se estén dando justo después de firmar acuerdos con el FMI.
Más estudiantes se unieron a
la lucha, gritábamos y tratábamos de forzar a los guardias para que nos dejasen
entrar. Después de burlar la primera cadena de guardias que no nos permitía
circular en la plaza, los guardias rápidamente se amontonaron en la entrada
principal del Teatro; su objetivo principal era el no dejarnos pasar a como
diere lugar. Se observaba a estudiantes furiosos que empujaban y gritaban
consignas.
Al fallar en este acto,
intentamos penetrar en la salida posterior del Teatro, por donde estaban
saliendo los autos negros del gobierno. Gritábamos y gritábamos con fuerza. Mas
estudiantes comenzaron a venir, necesitábamos todo el apoyo que fuera posible.
Estaban reprimiendo nuestras ideas. -Cuerpo
Para finalizar, y como acto
simbólico, escudriñamos una suerte de barrera conformada por estudiantes en la
calle América. Ya lo habíamos hecho en la asamblea del 26 de abril y lo
seguiremos haciendo hasta que sea necesario. Algunas personas estaban en
desacuerdo pues eso interrumpía el transito; nosotros estábamos seguros de que,
si la gente no comenzaba a preguntarse por qué estábamos haciendo esto, el
gobierno iba a continuar en una campaña llena de negligencia, demagogia,
monopolio de la ideología. -Conclusión
Todo esto lo pensé ese día, lo
pensé ayer, y lo sigo pensando hoy. Nada ha cambiado, sigo observando a un país
sin legitimidad, y a gobernados desesperados por cambiar las cosas. ¿Podrá
alguien hacer algo? -Comentario
Tema: El
abuso del poder hacia el estudiantado
Modalidades: Tiempo
narrativo
Crónica de interés social, de opinión, social,
política
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