martes, 30 de julio de 2019

Jefferson Minda: Cronica 1


PERIODISMO II
TRABAJO
Crónica
NOMBRE
Jefferson Minda
CURSO
5to “C”
FECHA
10 de mayo del 2019



ANTETITULO
Movilización en el día del trabajador  
TITULO
Un momento de unión popular
SUMARIO
El 1 de marzo “día del trabajador”, se llevó a cabo una marcha multitudinaria en protesta de los últimos decretos y contratos firmados por el gobierno en los últimos tiempos, esta marcha contó con la presencia de miles de personas entre trabajadores, estudiantes, representantes de movimientos artísticos, culturales, etc. No se trató de una marcha cualquiera pues sorprendentemente estuvo llena de música, baile, arte, que se vio empañada por los discursos políticos y la intervención de la fuerza policial al término de esta.   
ENTRADA
El sol se hizo presente, un calor infernal abrazaba la ciudad, mientras a las 8 de la mañana en la parte exterior de la Plaza Indoamérica situada en la Universidad Central del Ecuador, ya se encontraban cuarenta personas entre estudiantes y docentes, todos preparados con pancartas, papelotes, sabanas con frases como: “Por el pueblo estudiamos, por el pueblo luchamos”, “Gobierno inepto”, “El trabajador debe ser dueño de su esfuerzo”, “Si la educación se privatiza, la U se moviliza”, “UCE para y con el pueblo”, entre otras. Una joven – pantalón ancho, cabello corto y pintado, ojos claros, nariz respingada – escribía hincada en la acera sobre un cartel gigantesco, con una brocha grande y tachos de pintura negra y roja, una frase que decía: “Sueña y serás libre en espíritu, lucha y serás libre en vida, Uce en resistencia” (Che Guevara).    
CUERPO
Después de una hora, un aproximado de doscientas personas se dieron cita en la plaza, y ya no solo estudiantes y docentes, también trabajadores, todos ellos con banderas blancas, pero aun así eran muy pocas personas para lo que se esperaba, ocupamos la Av. América para comenzar la marcha programada cerrando una de las calles por completo, un joven estudiante llamado Alberto Ortíz con un megáfono en mano comenzó a dirigirse hacia todos:
-          Han firmado estos hijos de puta, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, hemos de salir a las calles como en los viejos tiempos, si ellos regresan a viejas formas de desinstitucionalización, nosotros volveremos a viejas luchas del pasado chucha, como se hacía antes, guerreando en las calles, poniendo nuestros privilegios al servicio de la sociedad ahora, los estudiantes de la Universidad Central del Ecuador, no permitiremos que vulneren a nuestro pueblo, no permitiremos que se lleven las empresas públicas, no permitiremos que sigan restándole el presupuesto a la educación, o acaso creen que la libertad se consigue hambreando al pueblo, vamos a salir con una consigna, que somos estudiantes de la Universidad Central, tres adelantes Universidad Central – Gritando con voz fuerte.
-          Adelante, adelante, adelante Universidad en el tiempo y el espacio tu nombre sonara, Universidad, U, Universidad Central – coreaban todos los presentes formando una sola voz. 
Pues también gritaban en coro la frase:
-          La histórica Central, se vuelve a levantar FMI, tu no vuelves más.
En ese momento comenzamos a bajar todos con dirección al Ejido, en donde encontré a unos colegas, los cuales me comentaban que tenían que realizar algunas entrevistas, al llegar a la Av. 10 de agosto nos sorprendió la cantidad enorme de gente que ocupaba la calle, pues era imposible ver a simple vista en donde comenzaba y terminaba la manifestación desde el lugar donde nos encontrábamos, era un rio extenso de personas que habían salido a la calle, pues era obvio que, una muchedumbre de esa magnitud no solo salía a conmemorar el “día del trabajador”, salía a reclamar sus derechos, era intrigante el imaginarse que pensaba o pedía toda esa gente, pues la Universidad Central desde donde partí, protestaba en contra de la privatización de la educación y en contra de los acuerdos del Estado con el FMI (Fondo Monetario Internacional),
Nos comenzamos a adelantar para resolver dicha interrogante, y con esa inquietud de ir preguntando a las personas que es lo que pedían, varios comerciantes iban y venían y algunos se quedaban estáticos ofreciendo más que todo silbatos y cornetas, en el camino nos encontramos Miguel Barreto – hombre tímido y un poco nervioso - representante de la Asociación de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Privada de Pichincha, el cual nos supo decir tras la pregunta.
         ¿Qué es lo que demandan este día? – preguntó Mayte Rivas una de las colegas que tenía que realizar un reportaje 
         Nuestro gremio es constituido por guardias, por el motivo de la explotación laboral que se vive en nuestro sector muy vulnerado, las autoridades no hacen control en nuestra área, por lo cual nos explotan, la explotación mayor que vive el guardia de seguridad en este caso es el no pago de horas extras, el no tener estabilidad laboral y no poder gozar de una jubilación, por que llegas a los cuarenta y cinco, cincuenta años y la empresa nos hace desechables como trabajadores, ya no nos dan trabajo y por lo tanto no podemos tener una jubilación, no podemos terminar con el periodo de aportación al IESS para podernos jubilar, y eso es un grave daño para nuestro sector, imagínese la mayoría, somos ciento veinte mil guardias a nivel nacional, ochenta mil registrados en el GOSP, si estas personas no se jubilan, como serán sus últimos días, si se han puesto a pensar, una persona sin jubilación, sin tener una pensión alimenticia, ¿Cómo vivirá?, ¿Cómo pagara un arriendo?, ¿Cómo se sostiene?, esto es una grava problemática en nuestro sector y pedimos a las autoridades que regulen y controlen a las empresas de seguridad, los horarios extensos son otra problemática, tenemos jornadas de seis días a la semana, trabajamos ocho días seguidos para tener un día libre y eso no afecta porque somos seres humanos, la ley, la constitución, el código de trabajo, dice que son ocho horas laborables, cinco días a la semana, por lo tanto nosotros estamos trabajando un sobre cargo hasta de sesenta horas semanales y nos afecta como personas, tanto psicológica como físicamente.
Pasando el Ejido nos encontramos con un grupo muy singular, pues nos atrajo mucho la atención la vestimenta de dicho grupo – plumas de diversos colores, camisas claras, pantalones blancos en su mayoría, decidimos acercarnos y dialogar, conocimos a Marlon Vargas – Personalidad humilde y carismática - Presidente de la Confederación de la Nacionalidad Indígena de la Amazonía Ecuatoriana
         Para nosotros es importante ser partícipes como Movimiento Indígena del Ecuador, reivindicar y conmemorar la lucha inclaudicable de los pueblos del Ecuador, donde celebramos sobre todo, la lucha que lleva en pueblo, los sectores más olvidados, los sectores vulnerables del país, que hace falta que todavía transformemos a nuestro Ecuador, por lo tanto, yo creo que es responsabilidad de todos los ecuatorianos el poder trabajar de manera conjunta, yo creo que aquí estamos todos los pueblos del Ecuador, las nacionalidades, el pueblo mestizo, afroecuatoriano, todos los sectores del Ecuador que nos sentimos todavía marginados, vulnerados, por parte de los gobiernos de turno, por eso estamos aquí, para decirle al gobierno nacional que tiene que trabajar para los sectores más olvidados de nuestro país.
Mientras caminábamos nos dábamos cuenta que en esta marcha, no solo se protestaba gritando y haciendo sonar cornetas,  pues pasando el banco central encontramos un grupo de jóvenes entonando instrumentos andinos –  una flauta, una guitarra, un tambor y un rondador – llenando de alegría a toda la gente que pasaba por el sector, pues algunas personas se pusieron a bailar al ritmo de los acordes del folcklore, otras se ponían a capturar dicha escena en sus celulares y unos cuantos pasaban sin prestar atención al show, se notaba claramente que disfrutaban lo que hacían, que sentían en lo más profundo de su ser los acordes que entonaban, pues en ocasiones cerraban los ojos al hacerlo, le ponían ese toque de pasión y gozo por la música andina, nos dimos cuenta que estábamos entre una mescla de personalidades, ideologías, pensamientos, que nos desenvolvíamos en medio de un sin número de personas diferentes, de culturas incontables, pero había algo en común, todos pedían un cambio y lo pedían a su manera de forma pacífica, exigían derechos.
Cinco minutos después nos encontramos con un grupo que tenía un monigote de aproximadamente tres metros con vestimenta indígena, el cual era manejado por tres jóvenes, uno de ellos cargaba el peso del muñeco sosteniendo un palo que se desprendía de la parte inferior del mismo, mientras los otros dos manipulaban sus manos de un lado a otro en forma de saludo, frente a ellos se encontraba un grupo de danza que bailaba al son de una banda de tambores, mientras otra persona manipulaba un colibrí - verde claro hecho de cartón- una fiesta llena de colores, y por aquel lugar pasaba un señor llamado Daniel Inga corriendo con una tela de color rojo, verde, negro y azul, nos acercamos a él a conversar, nos dijo que pertenecía al colectivo “Nikasa Cultural Nina Shunku, una organización sin fines de lucro orientada exclusivamente a la cultura, se encontraba un poco apresurado, nos hubiese encantado preguntarle el significado de dichos términos, nos decía que nos contestaria, pero que lo iba a hacer rápido porque no tenía tiempo, así que le preguntamos:
         ¿Que lo incentivó a asistir a la marcha?
         A demás de pertenecer al colectivo, soy graffitero y artista urbano, el motivo de esto es apoyar al pueblo, nuestro arte es un arte popular y no debe ser elitista, nuestro arte esta con el pueblo, entonces esta es la forma en la que nosotros estamos participando en este momento, uniendo a los jóvenes, a los guambras, para hacer arte a alegrarnos con los conocimientos heredados por nuestros ancestros y basarnos en ellos siempre.
Cogió su bandera y siguió su camino rápidamente. Al subir dos cuadras por la Av. Guayaquil nos encontramos con un grupo de mujeres que coreaban todas juntas;
Hay que ver las cosas que pasan
Hay que ver las cosas que pasan
Las mujeres que caminan para adelante
Y un gobierno que camina para atrás.
Mientras cantaban dicha frase la acompañaban con una pequeña coreografía, pues al momento que decían, “Hay que ver las cosas que pasan, hay que ver las cosas que pasan” daban una vuelta en su propio eje, y luego como la oración mismo lo decía iban para adelante y para atrás, se trataba de un grupo feminista que se hacía presente con exactamente catorce motivos sociales y políticos en oposición al maltrato contra la mujer.    
Alejandra Ramírez integrante del “Colectivo Rudas” comentaba que una de las razones era la precarización laboral, decía;
         Estamos cansadas de que nos acosen en los trabajos, que nos abusen sexualmente, de que aprovechen nuestros cuerpos, también los precaricen, por todos esos motivos estamos aquí, estamos por la precarización laboral de las mujeres, por el trabajo indigno, `por que no nos dan las horas de maternidad que nos merecemos, la maternidad es un espacio en donde la mujer es aun más precarizada y desde el trabajo con la explotación corre el riesgo de ser despedida, entonces todas estas cosas nos han movilizado y estamos aquí en bloque feminista, nos autoconvocamos para esta marcha de los y las trabajadoras , por que es importante, nuestros cuerpos también son usados, como un cuerpo de explotación laboral, sexual y también de violencia.
En la Plaza del Teatro se encontraba un comerciante con unas ratas de juguete en la mano, las cuales tenía agarradas por la cola y gritaba; “Asambleístas, asambleístas llevé sus asambleístas”, despertando el humor de todas las personas que pasaban, y logrando vender uno que otro asambleísta en el poco tiempo que lo divisé.
Por cada minuto que pasaba en la mañana el sol se hacia cada vez más intenso, era normal ver un desfile de paraguas utilizados para escapar del sus rayos, cualquier parte a la que dirigiese la mirada veía caras de sofocamiento, especialmente de aquellos que no habían llevado ni gorra, que solo contaban con su mano en la frente para no quemarse el rostro  los comerciantes vendían una gorra con un pequeño parasol en la parte superior, había comenzado el trayecto más duro, las reconocidas cuestas del Centro Histórico de Quito, pero aun así la gente seguía su camino.
Al subir nos dimos cuenta que el gobierno se había preparado, pues la Av. Chile estaba completamente cercada con barrotes metálicos y frente a estos, dos columnas de policías posicionados con su escudo al frente, resguardaban e impedían el paso hacia la Plaza Grande, pero no era de importancia, pues el objetivo de la marcha no era llegar a dicho lugar, al subir una cuadra el mismo panorama se veía en la Av. Eugenio Espejo, la gente siguió caminando.
Al subir por la Av. Simon Bolívar encontramos un joven de ropa ancha y un estilo muy urbano, nos dijo que se llamaba Mouré un rastafari del grupo “Chacota rap”, hip hop ecuatoriano.
         Me encuentro aquí en la marcha principalmente por el hip hop, porque nosotros pertenecemos a la cultura, y estamos pidiendo más respeto hacia los raperos, al arte en general, demostrando que esto no es delincuencia, esto es comunicación, compartimos un mensaje mediante el hip hop.
CONCLUSIÓN
Al llegar a la Plaza de San Francisco lugar de reunión de todas las personas que actuaron en la marcha, se encontraban los dirigentes del FUT (Frente Unitario de Trabajadores), dando un discurso sobre no tanto sobre los derechos de los trabajadores, sino era un discurso completamente politizado, muchas personas comenzaron a abandonar la Plaza en ese momento, y aún más cuando de la nada aparecieron varia uniformados, algunos montados en caballos, otros con sus escudos, lo cual alteró un poco a la gente, y se comenzó a portar agresiva, lanzaron palos y piedras por lo cual se vieron obligados a retroceder, aun no se había acabado el discurso del FUT y la plaza ya se estaba quedando vacía, se había terminado la marcha, con un discurso que nadie esperaba y con la presencia sorpresiva de quienes nadie quería.

COMENTARIO
Pues toda una manifestación pacífica tristemente no tuvo un buen final, todo gracias a las fuerzas policiales que decidieron amedrentar en el momento menos pensado a la población presente. 
FUENTES
·         Jefferson Minda (Estudiante).
·         Alberto Ortíz (Estudiante).
·         Miguel Barreto (Representante de la Asociación de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Privada de Pichincha).
·         Daniel Inga (Integrante del Colectivo “Nikasa Cultural Nina Shunku”).
·         Marlon Vargas (Presidente de la Confederación de la Nacionalidad Indígena de la Amazonía Ecuatoriana).
·         Alejandra Ramírez (Integrante del “Colectivo Rudas”).
Mouré  (Rastafari del grupo “Chacota rap”, hip hop ecuatoriano.)
SUMARIO
El 1 de marzo “día del trabajador”, se llevó a cabo una marcha multitudinaria en protesta de los últimos decretos y contratos firmados por el gobierno en los últimos tiempos, esta marcha contó con la presencia de miles de personas entre trabajadores, estudiantes, representantes de movimientos artísticos, culturales, etc. No se trató de una marcha cualquiera pues sorprendentemente estuvo llena de música, baile, arte, que se vio empañada por los discursos políticos y la intervención de la fuerza policial al término de esta.   
ENTRADA
El sol se hizo presente, un calor infernal abrazaba la ciudad, mientras a las 8 de la mañana en la parte exterior de la Plaza Indoamérica situada en la Universidad Central del Ecuador, ya se encontraban cuarenta personas entre estudiantes y docentes, todos preparados con pancartas, papelotes, sabanas con frases como: “Por el pueblo estudiamos, por el pueblo luchamos”, “Gobierno inepto”, “El trabajador debe ser dueño de su esfuerzo”, “Si la educación se privatiza, la U se moviliza”, “UCE para y con el pueblo”, entre otras. Una joven – pantalón ancho, cabello corto y pintado, ojos claros, nariz respingada – escribía hincada en la acera sobre un cartel gigantesco, con una brocha grande y tachos de pintura negra y roja, una frase que decía: “Sueña y serás libre en espíritu, lucha y serás libre en vida, Uce en resistencia” (Che Guevara).    
CUERPO
Después de una hora, un aproximado de doscientas personas se dieron cita en la plaza, y ya no solo estudiantes y docentes, también trabajadores, todos ellos con banderas blancas, pero aun así eran muy pocas personas para lo que se esperaba, ocupamos la Av. América para comenzar la marcha programada cerrando una de las calles por completo, un joven estudiante llamado Alberto Ortíz con un megáfono en mano comenzó a dirigirse hacia todos:
-          Han firmado estos hijos de puta, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, hemos de salir a las calles como en los viejos tiempos, si ellos regresan a viejas formas de desinstitucionalización, nosotros volveremos a viejas luchas del pasado chucha, como se hacía antes, guerreando en las calles, poniendo nuestros privilegios al servicio de la sociedad ahora, los estudiantes de la Universidad Central del Ecuador, no permitiremos que vulneren a nuestro pueblo, no permitiremos que se lleven las empresas públicas, no permitiremos que sigan restándole el presupuesto a la educación, o acaso creen que la libertad se consigue hambreando al pueblo, vamos a salir con una consigna, que somos estudiantes de la Universidad Central, tres adelantes Universidad Central – Gritando con voz fuerte.
-          Adelante, adelante, adelante Universidad en el tiempo y el espacio tu nombre sonara, Universidad, U, Universidad Central – coreaban todos los presentes formando una sola voz. 
Pues también gritaban en coro la frase:
-          La histórica Central, se vuelve a levantar FMI, tu no vuelves más.
En ese momento comenzamos a bajar todos con dirección al Ejido, en donde encontré a unos colegas, los cuales me comentaban que tenían que realizar algunas entrevistas, al llegar a la Av. 10 de agosto nos sorprendió la cantidad enorme de gente que ocupaba la calle, pues era imposible ver a simple vista en donde comenzaba y terminaba la manifestación desde el lugar donde nos encontrábamos, era un rio extenso de personas que habían salido a la calle, pues era obvio que, una muchedumbre de esa magnitud no solo salía a conmemorar el “día del trabajador”, salía a reclamar sus derechos, era intrigante el imaginarse que pensaba o pedía toda esa gente, pues la Universidad Central desde donde partí, protestaba en contra de la privatización de la educación y en contra de los acuerdos del Estado con el FMI (Fondo Monetario Internacional),
Nos comenzamos a adelantar para resolver dicha interrogante, y con esa inquietud de ir preguntando a las personas que es lo que pedían, varios comerciantes iban y venían y algunos se quedaban estáticos ofreciendo más que todo silbatos y cornetas, en el camino nos encontramos Miguel Barreto – hombre tímido y un poco nervioso - representante de la Asociación de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Privada de Pichincha, el cual nos supo decir tras la pregunta.
         ¿Qué es lo que demandan este día? – preguntó Mayte Rivas una de las colegas que tenía que realizar un reportaje 
         Nuestro gremio es constituido por guardias, por el motivo de la explotación laboral que se vive en nuestro sector muy vulnerado, las autoridades no hacen control en nuestra área, por lo cual nos explotan, la explotación mayor que vive el guardia de seguridad en este caso es el no pago de horas extras, el no tener estabilidad laboral y no poder gozar de una jubilación, por que llegas a los cuarenta y cinco, cincuenta años y la empresa nos hace desechables como trabajadores, ya no nos dan trabajo y por lo tanto no podemos tener una jubilación, no podemos terminar con el periodo de aportación al IESS para podernos jubilar, y eso es un grave daño para nuestro sector, imagínese la mayoría, somos ciento veinte mil guardias a nivel nacional, ochenta mil registrados en el GOSP, si estas personas no se jubilan, como serán sus últimos días, si se han puesto a pensar, una persona sin jubilación, sin tener una pensión alimenticia, ¿Cómo vivirá?, ¿Cómo pagara un arriendo?, ¿Cómo se sostiene?, esto es una grava problemática en nuestro sector y pedimos a las autoridades que regulen y controlen a las empresas de seguridad, los horarios extensos son otra problemática, tenemos jornadas de seis días a la semana, trabajamos ocho días seguidos para tener un día libre y eso no afecta porque somos seres humanos, la ley, la constitución, el código de trabajo, dice que son ocho horas laborables, cinco días a la semana, por lo tanto nosotros estamos trabajando un sobre cargo hasta de sesenta horas semanales y nos afecta como personas, tanto psicológica como físicamente.
Pasando el Ejido nos encontramos con un grupo muy singular, pues nos atrajo mucho la atención la vestimenta de dicho grupo – plumas de diversos colores, camisas claras, pantalones blancos en su mayoría, decidimos acercarnos y dialogar, conocimos a Marlon Vargas – Personalidad humilde y carismática - Presidente de la Confederación de la Nacionalidad Indígena de la Amazonía Ecuatoriana
         Para nosotros es importante ser partícipes como Movimiento Indígena del Ecuador, reivindicar y conmemorar la lucha inclaudicable de los pueblos del Ecuador, donde celebramos sobre todo, la lucha que lleva en pueblo, los sectores más olvidados, los sectores vulnerables del país, que hace falta que todavía transformemos a nuestro Ecuador, por lo tanto, yo creo que es responsabilidad de todos los ecuatorianos el poder trabajar de manera conjunta, yo creo que aquí estamos todos los pueblos del Ecuador, las nacionalidades, el pueblo mestizo, afroecuatoriano, todos los sectores del Ecuador que nos sentimos todavía marginados, vulnerados, por parte de los gobiernos de turno, por eso estamos aquí, para decirle al gobierno nacional que tiene que trabajar para los sectores más olvidados de nuestro país.
Mientras caminábamos nos dábamos cuenta que en esta marcha, no solo se protestaba gritando y haciendo sonar cornetas,  pues pasando el banco central encontramos un grupo de jóvenes entonando instrumentos andinos –  una flauta, una guitarra, un tambor y un rondador – llenando de alegría a toda la gente que pasaba por el sector, pues algunas personas se pusieron a bailar al ritmo de los acordes del folcklore, otras se ponían a capturar dicha escena en sus celulares y unos cuantos pasaban sin prestar atención al show, se notaba claramente que disfrutaban lo que hacían, que sentían en lo más profundo de su ser los acordes que entonaban, pues en ocasiones cerraban los ojos al hacerlo, le ponían ese toque de pasión y gozo por la música andina, nos dimos cuenta que estábamos entre una mescla de personalidades, ideologías, pensamientos, que nos desenvolvíamos en medio de un sin número de personas diferentes, de culturas incontables, pero había algo en común, todos pedían un cambio y lo pedían a su manera de forma pacífica, exigían derechos.
Cinco minutos después nos encontramos con un grupo que tenía un monigote de aproximadamente tres metros con vestimenta indígena, el cual era manejado por tres jóvenes, uno de ellos cargaba el peso del muñeco sosteniendo un palo que se desprendía de la parte inferior del mismo, mientras los otros dos manipulaban sus manos de un lado a otro en forma de saludo, frente a ellos se encontraba un grupo de danza que bailaba al son de una banda de tambores, mientras otra persona manipulaba un colibrí - verde claro hecho de cartón- una fiesta llena de colores, y por aquel lugar pasaba un señor llamado Daniel Inga corriendo con una tela de color rojo, verde, negro y azul, nos acercamos a él a conversar, nos dijo que pertenecía al colectivo “Nikasa Cultural Nina Shunku, una organización sin fines de lucro orientada exclusivamente a la cultura, se encontraba un poco apresurado, nos hubiese encantado preguntarle el significado de dichos términos, nos decía que nos contestaria, pero que lo iba a hacer rápido porque no tenía tiempo, así que le preguntamos:
         ¿Que lo incentivó a asistir a la marcha?
         A demás de pertenecer al colectivo, soy graffitero y artista urbano, el motivo de esto es apoyar al pueblo, nuestro arte es un arte popular y no debe ser elitista, nuestro arte esta con el pueblo, entonces esta es la forma en la que nosotros estamos participando en este momento, uniendo a los jóvenes, a los guambras, para hacer arte a alegrarnos con los conocimientos heredados por nuestros ancestros y basarnos en ellos siempre.
Cogió su bandera y siguió su camino rápidamente. Al subir dos cuadras por la Av. Guayaquil nos encontramos con un grupo de mujeres que coreaban todas juntas;
Hay que ver las cosas que pasan
Hay que ver las cosas que pasan
Las mujeres que caminan para adelante
Y un gobierno que camina para atrás.
Mientras cantaban dicha frase la acompañaban con una pequeña coreografía, pues al momento que decían, “Hay que ver las cosas que pasan, hay que ver las cosas que pasan” daban una vuelta en su propio eje, y luego como la oración mismo lo decía iban para adelante y para atrás, se trataba de un grupo feminista que se hacía presente con exactamente catorce motivos sociales y políticos en oposición al maltrato contra la mujer.    
Alejandra Ramírez integrante del “Colectivo Rudas” comentaba que una de las razones era la precarización laboral, decía;
         Estamos cansadas de que nos acosen en los trabajos, que nos abusen sexualmente, de que aprovechen nuestros cuerpos, también los precaricen, por todos esos motivos estamos aquí, estamos por la precarización laboral de las mujeres, por el trabajo indigno, `por que no nos dan las horas de maternidad que nos merecemos, la maternidad es un espacio en donde la mujer es aun más precarizada y desde el trabajo con la explotación corre el riesgo de ser despedida, entonces todas estas cosas nos han movilizado y estamos aquí en bloque feminista, nos autoconvocamos para esta marcha de los y las trabajadoras , por que es importante, nuestros cuerpos también son usados, como un cuerpo de explotación laboral, sexual y también de violencia.
En la Plaza del Teatro se encontraba un comerciante con unas ratas de juguete en la mano, las cuales tenía agarradas por la cola y gritaba; “Asambleístas, asambleístas llevé sus asambleístas”, despertando el humor de todas las personas que pasaban, y logrando vender uno que otro asambleísta en el poco tiempo que lo divisé.
Por cada minuto que pasaba en la mañana el sol se hacia cada vez más intenso, era normal ver un desfile de paraguas utilizados para escapar del sus rayos, cualquier parte a la que dirigiese la mirada veía caras de sofocamiento, especialmente de aquellos que no habían llevado ni gorra, que solo contaban con su mano en la frente para no quemarse el rostro  los comerciantes vendían una gorra con un pequeño parasol en la parte superior, había comenzado el trayecto más duro, las reconocidas cuestas del Centro Histórico de Quito, pero aun así la gente seguía su camino.
Al subir nos dimos cuenta que el gobierno se había preparado, pues la Av. Chile estaba completamente cercada con barrotes metálicos y frente a estos, dos columnas de policías posicionados con su escudo al frente, resguardaban e impedían el paso hacia la Plaza Grande, pero no era de importancia, pues el objetivo de la marcha no era llegar a dicho lugar, al subir una cuadra el mismo panorama se veía en la Av. Eugenio Espejo, la gente siguió caminando.
Al subir por la Av. Simon Bolívar encontramos un joven de ropa ancha y un estilo muy urbano, nos dijo que se llamaba Mouré un rastafari del grupo “Chacota rap”, hip hop ecuatoriano.
         Me encuentro aquí en la marcha principalmente por el hip hop, porque nosotros pertenecemos a la cultura, y estamos pidiendo más respeto hacia los raperos, al arte en general, demostrando que esto no es delincuencia, esto es comunicación, compartimos un mensaje mediante el hip hop.
CONCLUSIÓN
Al llegar a la Plaza de San Francisco lugar de reunión de todas las personas que actuaron en la marcha, se encontraban los dirigentes del FUT (Frente Unitario de Trabajadores), dando un discurso sobre no tanto sobre los derechos de los trabajadores, sino era un discurso completamente politizado, muchas personas comenzaron a abandonar la Plaza en ese momento, y aún más cuando de la nada aparecieron varia uniformados, algunos montados en caballos, otros con sus escudos, lo cual alteró un poco a la gente, y se comenzó a portar agresiva, lanzaron palos y piedras por lo cual se vieron obligados a retroceder, aun no se había acabado el discurso del FUT y la plaza ya se estaba quedando vacía, se había terminado la marcha, con un discurso que nadie esperaba y con la presencia sorpresiva de quienes nadie quería.

COMENTARIO
Pues toda una manifestación pacífica tristemente no tuvo un buen final, todo gracias a las fuerzas policiales que decidieron amedrentar en el momento menos pensado a la población presente. 
FUENTES
·         Jefferson Minda (Estudiante).
·         Alberto Ortíz (Estudiante).
·         Miguel Barreto (Representante de la Asociación de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Privada de Pichincha).
·         Daniel Inga (Integrante del Colectivo “Nikasa Cultural Nina Shunku”).
·         Marlon Vargas (Presidente de la Confederación de la Nacionalidad Indígena de la Amazonía Ecuatoriana).
·         Alejandra Ramírez (Integrante del “Colectivo Rudas”).
Mouré  (Rastafari del grupo “Chacota rap”, hip hop ecuatoriano.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario