José Gualán,
excombatiente del Cenepa.
“FUE
UN ORGULLO HABER COMBATIDO Y SALIDO CON VIDA”
Muchos recuerdos y
experiencias dejó la guerra a un excombatiente, que lucha para superar aquellas
heridas que siguen presentes en su vida.
José Gualán, sargento
segundo en servicio pasivo, dice que un soldado siempre tiene que estar
preparado para guerra y con valentía hay que estar dispuesto a dar la vida por
la patria, afirma que la verdadera labor de un soldado es cumplir con su
misión.
¿Cómo
le dijeron que usted iba a la guerra?
Solamente se recibió la
orden, el batallón B68 tenía que agregarse a la brigada Patuca.
¿Cuál
fue su reacción?
Fue un orgullo, como
buen soldado siempre hay que estar preparado para la guerra en cualquier
momento, es ahí cuando el soldado muestra su valentía al dar su vida para
defender la patria.
¿Qué
fue lo primero que le dijo a su familia antes de partir a la guerra?
Les dije iba ir al
valle del Cenepa porque había guerra, yo salí y un 14 de diciembre ya estaba en
Gualaquiza.
Una
vez que las tropas se encontraban concentradas en las selvas del río Cenepa
¿Cómo era la convivencia entre los soldados?
Era un poco difícil en
vista de que no teníamos ni agua, ni comida, teníamos municiones eso era lo que
nos llenaba de satisfacción. Había días que pasábamos mojados porque llovía en
la selva pero a pesar de todo teníamos que permanecer concentrados con lo que
teníamos que hacer.
¿Cómo
eran los enfrentamientos dentro del campo de guerra?
Los enfrentamientos eran
por aire y por tierra, la Fuerza Aérea Ecuatoriana y la Fuerza Terrestre eran
los encargados de liderar los ataques con todo tipo de armas.
¿Cómo
se alimentaban durante la guerra?
Había días en que se
comía y otros no. Nos alimentábamos de atún y galletas que nos llegaban a la
base.
Durante
los enfrentamientos ambos bandos tuvieron bajas considerables ¿Qué sentía al
ver a sus compañeros caídos en las selvas del Cenepa?
El Perú tuvo muchas
bajas, en el Ecuador tuvimos pocas pero si un número considerable de heridos,
entre ellos estoy yo, mutilado. Era triste el que caía ahí se quedaba, había
que seguir luchando para no ser dados de baja.
¿Qué
fue lo que pensó cuando termino el conflicto bélico del Cenepa?
Cuando nos reunieron,
no sabía si habíamos ganado o perdido, no teníamos comunicación, no sabíamos lo
que pasaba. Cuando nos dieron la orden del cese al fuego, sentí que fue un
orgullo haber combatido y salido con vida, también una inmensa alegría porque
regresaba a mi casa a ver a mi familia nuevamente.
¿Su
participación en el conflicto, dejó secuelas?
Muchas secuelas, que
hasta hoy en día me afectan, ya que estoy perdiendo la audición del oído
izquierdo, sueño que aún estoy en la selva y siempre tengo muy presente todo lo
que viví durante el conflicto bélico en el valle del Cenepa.
¿Cómo
lo superó?
Yo tengo mi hogar,
tengo hijos y ahora soy abuelo, ellos me han llenado de alegría. El militar
siempre tiene la moral alta, siempre estamos preparados para no dejarnos
doblegar por las cosas. La verdadera vocación del soldado es cumplir con su
misión, yo lo llevo en la sangre, mi abuelo también fue un combatiente y eso me
enorgullece.
Han
pasado más de 20 años del conflicto del Cenepa ¿Qué experiencia le dejo haber
participado en la batalla?
Varias experiencias,
ser compañero de guerra, la supervivencia, ver compañeros caídos y heridos, el
compañerismo y todo lo que se vivió es una experiencia que jamás se podrá
olvidar.
Después
de tanto tiempo ¿Qué se siente volver a recordar esta historia?
Siempre recuerdo esta
historia, se la cuento a mis hijos, mis nietos, familiares, amigos y vecinos.
Comparto esta historia para que otras personas con vocación militar sepan cómo
es la vida dentro del ejército y sobre todo tienen que saber que uno tiene que
entregarse y prepararse para cuando la patria lo necesite.
Hoja
de vida
José Gualán, nació en
la ciudad de Loja, tiene 63 años de edad. Es Sargento Segundo en servicio
pasivo, actualmente se encuentra trabajando en el Cuerpo de Ingenieros del
Ejército Ecuatoriano.
Frases:
“Había que seguir luchando
para no ser dados de baja”.
“El militar siempre
tiene la moral alta, siempre estamos preparados para no dejarnos doblegar por
las cosas”.
SAMANTHA ONTANEDA
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